En mayo de 1.941, la oscuridad del Atlántico Norte, es testigo de como el acorazado alemán Bismarck alcanza al crucero de batalla británico Hood. Una terrible andanada alcanza el depósito de municiones de popa del poderoso buque inglés.
El Hood se parte en dos y desaparece entre las aguas en cuestión de minutos;tan solo sobreviven tres tripulantes. Durante una sesión de la Cámara de los Lores, claramente afectado, Winston Churchill da la orden: ¡Hundid el Bismarck!
A partir de ese momento la Royal Navy inglesa acosa y persigue desesperadamente al Bismarck, hasta que cuatro días después , tras un largo y trágico combate es hundido. El coste humano de este enfrentamiento es enorme: alrededor de 1400 británicos del hood y más de 2.100 alemanes.
El Hood se parte en dos y desaparece entre las aguas en cuestión de minutos;tan solo sobreviven tres tripulantes. Durante una sesión de la Cámara de los Lores, claramente afectado, Winston Churchill da la orden: ¡Hundid el Bismarck!
A partir de ese momento la Royal Navy inglesa acosa y persigue desesperadamente al Bismarck, hasta que cuatro días después , tras un largo y trágico combate es hundido. El coste humano de este enfrentamiento es enorme: alrededor de 1400 británicos del hood y más de 2.100 alemanes.
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