Cuenta la leyenda, que el rey Franco Luis el piadoso, mojó sus dedos en la mortal herida de su aliado Guifré el Pilós y dibujó cuatro barras en un escudo dorado. El rey dijo al conde que aquella sería la bandera de los condados catalanes (la senyera). No obstante, los historiadores dicen que la bandera catalana, apareció doscientos años después de la muerte de Guifré. El primer documento que se ha encontrado con el sello cuatribarrado data de 1.150 y las primeras monedas en las que aparecen las cuatro barras, fueron acuñadas por el conde Ramón Berenguer V en el siglo XIII.